Translate

domingo, 10 de abril de 2016

Esa dulce obsesión

Es curioso como cualquier cosa, por mínima que sea, es capaz de destrozar un buen día.


 No sé si es normal o no, a veces creo que estoy loco, otras simplemente prefiero no pensar. Esos días malos intento dejar la mente en blanco, apartarme de esos pensamientos que me consumen, pero no hay manera. Y digo que es curioso, porque cuando uno se va a dormir no define su día por todo lo que ha hecho, de las 24 horas que dura, tú cierras los ojos y solo ves unos pocos segundos, unos escasos minutos que acaban contigo. No digo que siempre sean malos, en ocasiones es todo lo contrario, un día para olvidar que se convierte en una buena noche. Creo que todos sabemos de qué hablo, a qué me refiero, y no, no es el amor, para los deseosos de una porción de romance en estas líneas.
No hablo de amor porque el amor es una palabra demasiado potente como para ser usada a la ligera. Yo le llamo esa dulce obsesión, y digo obsesión porque es algo que no eres capaz de quitarte de la cabeza, aunque quieras, aunque lo pidas, aunque lo desées, aunque lo grites. Ordénale salir, no te hará caso, es un sentimiento obsceno que tiene más fuerza de la que uno puede llegar a imaginar. Le añado dulce porque todos nos relamemos con ella. Nos encanta pensar que otra persona puede tener ese tipo de sentimientos hacia nosotros, aunque sea mentira, porque en el fondo sabemos que no es posible. O sí? Nunca se sabe, a ratos es sí, y a ratos es no. Pues esa dulce obsesión es la que transforma tus días. Da igual lo mal que lo hayas pasado, un simple mensaje suyo lo cambia todo. Aunque esto no es tan fácil como esperar a llegar a casa y encontrarte con lo que quieres, hay veces que ese mensaje nunca llega. Entonces dudas qué hacer, cómo llamar su atención. No hay manera, verdad? Da igual las estrategias que uses, si el destino no quiere que esa noche habléis, podrás hasta llamarla, que no contestará. Lo bonito es el viceversa, que inesperadamente te llegue ese mensaje que te alegre el día. Lo habitual es lo primero, que un buen día se convierta en una tomadura de pelo continua, en un quiero y no puedo. Simplemente por eso, porque el caprichoso destino lo ha escrito así. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario