El conjunto de Louis Van Gaal afronta su segunda temporada llena de grandes expectativas, entre las que se incluye, ganar un título.
La
temporada 15/16 en Premier League arranca este sábado. El Manchester
United recibirá al Tottenham para dar el pistoletazo de salida a un
año en el que los diablos rojos vuelven a competir en Europa.
Tras
un año sin salir de las islas, los chicos del noroeste de Inglaterra
deben resurgir en una de las competiciones donde más huella habían
dejado en los últimos años. Desde 2008 el United se presentó en
una semifinal y tres finales de Champions. Sin embargo, desde 2011 el
United no ha vuelto a pasar por una buena racha.
A
Louis Van Gaal se le contrató para recuperar el trono del viejo
continente, y esta será su primera temporada para intentarlo. Es
verdad que el objetivo no es ganarla, pero sí dejar una buena imagen
y demostrar por qué es, históricamente hablando, el club más
importante de Inglaterra.
Una plantilla llena de nuevas caras
La
remodelación que se le pedía al técnico holandés se está
llevando a cabo poco a poco. Pese a que aún faltan dos o tres
hombres por llegar, y otros tantos por salir, en esta pretemporada
hemos podido ver en acción a todas las nuevas caras. La mayor
atracción ha sido Memphis Depay. Relegado de la banda a una posición
más influyente en el juego, la de segundo delantero, Memphis ha
arrancado su aventura inglesa siendo el escudero de Wayne Rooney.
La
sala de máquinas, que tantos problemas dio el año cuando Carrick no
estaba, ha sido fuertemente reforzada con Bastian Schweinsteiger y
Morgan Schneiderlin. Mateo Darmian fue la cuarta incorporación para
apuntalar un lateral derecho que ha perdido a uno de los clásicos, a
Rafael Da Silva, que se ha ido al Olympique Lyon.
Ante
la inminente salida de Jonny Evans, el club trabaja en fichar a otro
central, pero esto es una tarea difícil y que hasta el momento
parece imposible, por lo que el hombre elegido para ocupar la
posición de otro de los niños de Ferguson, es Daley Blind.
En
portería, y ante la más que posible marcha de De Gea y Valdés, ha
llegado Sergio Romero, aunque Hugo Llorís y Jasper Cillessen son dos
nombres de los que podría salir el substituto del madrileño.
El 4-3-3 será el esquema empleado
Van
Gaal ya lo confirmó, su intención es jugar con un 4-3-3. Aunque a
diferencia de los habituales trivotes, este esquema cuenta con dos
pivotes, ambos capaces de hacer la tarea de contención y creación.
Serán Schneiderlin, Schweinsteiger, Herrera y Carrick los cuatro
elegidos para estas posiciones. Por delante de ellos, un mediapunta
bien diferenciado. El titular parece que será Depay, y su complice
Januzaj. Tanto el belga como el holandés han jugado siempre en la
banda, pero el entrenador neerlandés los ha probado siempre por
detrás del nueve.
Las
bandas correrán a cargo de hombres de gran trabajo. En la derecha
estará Mata, que se enfrentará a la competencia de Antonio Valencia
y al joven Lingard, el cual podría salir cedido si llega alguien más
para su posición. Toño tendrá que pelearse con Darmian y con el
español para poder tener minutos. En la izquierda el fijo es Ashley
Young, aunque con la salida de Di Maria al PSG, la posible llegad de
Pedro podría enviarle directo a la banca. Mientras no llegue el
español, Andreas Pereira está siendo su duro contringante. El
brasileño ha rendido a un excelente nivel en pretemporada y Van Gaal
no quiere desaprovechar su potencial.
Arriba,
y a falta de que llegue un segundo delantero, Rooney será el capitán
y goleador del Manchester United, su única competencia es James
Wilson, aunque Ed Woodward trabaja por incorporar un nueve de
garantáis y que asuma el rol de suplente. En caso de que este no
llegase, el encargado de la tarea sería Javier Hernández, que ya ha
regresado de la Copa Oro, y pese a que sí se contemplan ofertas por
él, Van Gaal le da hasta finales de agosto para demostrarle que
merece jugar en Old Trafford.
La
defensa contará con dos hombres por posición. El carril derecho
será para Darmian y Valencia, aunque siempre estará la competencia
del joven Paddy McNair. El lateral izquierdo, en el cual Luke Shaw
debe ser un fijo, también pueden actuar Blind, Rojo, o en último
caso, Blackett.
A
falta del fichaje de un central, mencionado anteriormente, Jones y
Smalling serán los defensores diestros, mientras que Rojo y Blind
harán lo propio por la izquierda. A estos se suman los canteranos
McNair y Blackett. El segundo puede salir cedido ya que es el que
peor rendimiento ha dado. Paddy, más joven que Tyler, ha dejado
grandes actuaciones tanto el año pasado como esta pretemporada,
hasta el punto de haberse ganado la total confianza de Van Gaal. Es
un central para el futuro, y de los buenos. Su salida de balón es
perfecta, algo que al resto les cuesta bastante. Jonny Evans, que no
jugó en los dos últimos choques de pretemporada, tiene pie y medio
en Goodison Park.
La
portería es la posición que más dudas genera. Están actualmente
Sam Johnstone, Sergio Romero, Anders Lindegaard, Víctor Valdés y
David De Gea.
Los
dos españoles no cuentan para Van Gaal. Al ex del Atleti se espera
que sea vendido al Real Madrid antes del sábado. El ex culé, tiene
una salida complicada ya que su caché es muy elevado, pero Van Gaal
ya le ha comunicado al principio de la pretemporada que no cuentan
con él. El caso de Lindegaard es más extraño. El portero no parece
que vaya a contar con minutos, sin embargo él no desea salir. Romero
llegó para ser el segundo portero, pero ante la falta de un
substituto para David De Gea, podría arrancar el año como titular.
El canterano y quinto en discordia, Sam Johnstone, está dejando
patente su calidad y potencial, con paradas de mucho mérito. Lo
favorable sería una cesión, pero podría ser el suplente de Romero
si no llegan ni Cillessen ni Lloris.
Objetivo:
volver a levantar un título
El
año pasado era de prueba, este año no vale quedar eliminados en
cuartos de copa y cuartos en liga. El objetivo de esta temporada es
volver a pelear por los grandes títulos. Volver a estar en la cabeza
de la Premier y volver a aterrorizar a sus rivales en copa. Van Gaal
lo tiene claro, ganar no es una obligación, pero sí hacer frente.
Deben llegar lejos en Europa, dejar alto el nombre del United y
pelear hasta el final por la Premier. Además, se debe levantar un
título. La Champions y la liga estarán muy complicadas, pero la FA
Cup o la Capital One Cup deben acabar en las manos de Wayne Rooney
-el capitán- para que esta temporada sea catalogada de “un buen
año”. Está claro que en el fútbol puede pasar de todo, y se
puede llegar a tres finales y perderlas las tres. Pero siendo el
Manchester United, lo mínimo es competir hasta el final.
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