Este
domingo el Spartak de Moscow recibirá al FC Krasnodar en el que será
el primer partido de la segunda vuelta del campeonato regular, y tras
quince jornadas y casi cinco meses, es el momento de analizar, de
hacer un "DAFO" aplicado al fútbol, pero sobre todo, de
hablar claro.
Cuando
Murat Yakin fue cesado, un nuevo mundo de oportunidades y esperanzas
se abrían entorno al club históricamente más grande en Rusia (que
no actualmente).
La
intención estaba clara, para levantar a los "Krasmo-belie"
hacía falta alguien de la casa, alguien que conociera los valores y
lo que significa portar la elástica rojiblanca, pero sobre todo,
alguien que hubiera vivido en una época más gloriosa.
El elegido fue Dmitry Alenichev. Joven, inexperto (con grandes clubes), poco mediático... Incluso algo tímido para lo que se necesita en un vestuario complicado. Qué tenía Dmitry que no tuvieran Laudrup, Emery, Valeri Karpin, Gunko o Murat Yakin?
Alenichev
no pertenece al top50 de entrenadores.
Que
es muy querido por la afición por su etapa como jugador, que sea
ruso, y que saliese barato, fueron otros factores que inclinaron la
balanza a su favor, pero la razón más pesada fue su falta de
currículo.
Si
has tenido durante años a técnicos suficientemente reconocidos como
para hacer pelear al equipo por el campeonato, pero ninguno lo ha
conseguido, por probar algo nuevo no pasará nada. Eso fue justamente
lo que pensó Leonid Fedún.
Dmitry
Alenichev carecía de todo ese prestigio que sus predecesores sí
tenían. En 2010 empezó su andadura como técnico al hacerse cargo
de la selección U18 de Rusia. Tras dos años en las inferiores de su
país le llegó la oportunidad de dirigir al Arsenal Tula, al cual
llevó a la primera división rusa. Una temporada (la 14/15) duraron
Alenichev y el Arsenal en la Russian Premier League, pero en ese
tiempo demostró que pudo hacer de un equipo sin presupuesto y sin
jugadores acordes al nivel de la categoría, un conjunto de guerreros
que no se rindieron hasta que en la última jornada perecieron.
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Xane Silveira: "Si Unai tuviera la confianza que tuvo Murat, pelearíamos por títulos | " |
Falta de planificación para una plantilla en proceso de reconstrucción
Al
Spartak de Moscow le faltó tiempo para prepararse de cara a la nueva
temporada que arrancó a finales del mes de julio. Tras solo un mes
de descanso veraniego, Alenichev tuvo que ponerse a trabajar con un
equipo en el que habían demasiadas dudas. La baja de Artem Dzyuba
afectó gravemente a las arcas del club, pues el ariete se fue gratis
al Zenit de San Petesburgo ya que acababa contrato. A su baja se le
sumaron, entre otras, las de Joao Carlos, Juan Manuel Insaurralde,
Bilyaletdinov, Lucas Barrios, Tino Costa o Kim Källström. Lo
positivo era que Roman Shirokov volvía tras su cesión en Krasnodar
(Su disputa con Yakin provocó que en enero se tuviera que marchar
cedido, lo mismo le pasó a Dzyuba o Bocchetti).
Otra
de las cosas a destacar era el fichaje de Popov. El ex mediapunta del
Kuban se confirmó como uno de los mejores mediapuntas de la liga, y
su fichaje, a coste cero, fue muy ilusionante. Surgieron rumores,
hubo filtraciones, pero al final muy pocos fichajes. Si no contamos
las vueltas tras cesión de Kombarov y Zotov, además de las ya
mencionadas anteriormente, tan solo habrían tres caras nuevas:
Popov, Ze Luis y Granat. La contratación de Ze Luis, procedente del
Benfica, creo una gran confusión ya que la afición pedía a un
delantero de renombre, aunque el bueno de Ze ya se ha ganado al
“respetado”.
En
otras palabras, Alenichev tenía que reconstruir un equipo sin tiempo
para hacerlo. Se intentó dar salida a varios jugadores, pero
finalmente se decidió dar una oportunidad a la plantilla actual.
Principalmente porque la norma del 6+5 limitó mucho el rastreo del
mercado ya que los rojiblancos tienen un gran número de jugadores
extranjeros en sus filas.
Cabe
destacar que Jurado se marchó al Watford en agosto, y pese a ser
titular, no llegó un substituto.
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Artem Dzyuba, el hijo pródigo que se tuvo que marchar por la puerta de atrás |
El bajo rendimiento y las largas colas en la enfermería han marcado el devenir de la temporada
Hasta
el momento la temporada se ha caracterizado por la irregularidad
tanto en el juego, como en los resultados. El Spartak ha
protagonizado buenos y malos encuentros (normalmente la tendencia es
jugar mal), pero por ahora los resultados no son todo lo malo que
podrían ser. El equipo marcha sexto en la tabla, y aunque el
objetivo es quedar en posiciones europeas, la campaña hasta el
momento no se define como nefasta (a diferencia de otros años).
Sin
embargo, el sabor de boca que se le queda a un servidor cuando ve
jugar al Spartak es bastante agrio. El equipo ha demostrado ser capaz
de jugar muy bien (como contra el CSKA o el Zenit), sin embargo lo
habitual es ver a jugadores del nivel de Shirokov o Popov rendir muy
por debajo de su nivel. Entristece ver que con la selección nacional
Roman es uno de los mejores jugadores pese a su avanzada edad, y en
el Spartak no se encuentra a gusto. Serdar Tasci, Yura Movsisyan,
Aras Özbiliz o Salvatore Bocchetti son otros de los nombres que
están dejando mucho que desear; incluso se habla de sus posibles
salidas.
Además
de los que juegan y no rinden, hay otra larga lista de jugadores que
ni están, ni se les espera. Uno es Yura Movsisyan, mencionado
anteriormente, y que desde que se lesionó de la rodilla en 2014 no
ha vuelto a ser el mismo. Se le han dado cientos de oportunidades,
pero sus destellos de calidad no compensan su bajo nivel ofrecido
desde que llegó al Otkrytie.
Otro
caso es el de Römulo. El centrocampista brasileño llegó como una
de las grandes revelaciones de Europa, pero se quedo en un intento de
Rafael Carioca, pero con menos partidos y un rendimiento mucho más
bajo. Las continuas lesiones han lastrado su futuro futbolístico,
porque cuando juega no es ni la sombra de lo que era cuando llegó.
Zhano
Ananidze, la gran perla georgiana. También conocido como Jano, lleva
desde 2012 llamando a la puerta con fuerza. Su cesión en el Rostov
en 2014 presagió el surgimiento de un superclase. Sin embargo, el
año pasado Murat Yakin apenas contó con él, haciéndole perder
toda la confianza en su fútbol. El mediapunta puso sus esperanzas en
Alenichev, sin embargo este año no ha jugado practicamente nada. Su
paso por el campo es esporádico, e incluso verle en el banquillo se
está empezando a tomar como una sorpresa.
“Podría
ser peor”
Cuando
me pregunta por el Spartak, siempre respondo con un “podría ser
peor”. A falta de medio mes para que termine la primera parte del
campeonato y el equipo se sumerja en el parón invernal (inicios de
diciembre – finales de febrero) la directiva del conjunto moscovita
y Alenichev ya trabajan de cara a la revolución de enero. El
objetivo es intentar ganar el máximo número de partidos y no
descolgarse de las peleas por el cuarto puesto.
Dentro
de los aspectos positivos de la temporada -sí, los hay- encontramos
uno por encima del resto, el Spartak no es el único que va mal.
Tanto Rubin Kazan o Dynamo de Moscow van bastante por debajo de los
rojiblancos, El Zenit tampoco está teniendo una gran temporada, y el
Krasnodar -rival en la próxima jornada- está resurgiendo de sus
cenizas tras un pésimo arranque. La Russian Premier League está
siendo caótica, hasta el punto de que el Krylia Sovetov, por
ejemplo, le ha ganado al CSKA en la propia casa del líder. De esta
irregularidad sale reforzado el Spartak, ya que sus aspiraciones no
se ven del todo afectadas pese al momento de crisis deportiva que
están viviendo.
Dentro
de un mes estaremos hablando de los cambios en el elenco, pues todo
apunta a que en el mercado invernal habrán bastantes bajas y altas.
Algunos dependerán de las entradas, como son los casos de Makeev o
Parshyvliuk. También Kirill Kombarov, que firmó un buen arranque,
podría salir si llega un lateral derecho de garantías.
Otro
de los cambios que se espera es en la zaga, pues el Spartak busca
salida a Tasci y a Bocchetti, con la intención de traer a dos
centrales que den una regularidad fija al equipo.
Las
salidas de Özbiliz, Movsisyan o Römulo no deberían sorprender a
nadie; aunque todo esto dependerá más de los acuerdos a los que se
llegue con otros jugadores que del propio Spartak, pues para que haya
entradas, primero tiene que haber dinero, y una gran operación
salida.
Gran artículo, para mi al Spartak le falta un delantero de nombre con gol y apostar por Davydov que no lo hace mal, un mediapunta que de él último pase y se asocie con Popov y Promes (Denis Praet me gusta mucho para el Spartak), un centrocampista defensivo que de orden y estabilidad al equipo tipo Pröpper, que además tiene buena salida con el balón) y apostar por el joven Mitry... hizo un europeo sub-19 MUY bueno y merece jugar, incluso creo que esta por encima de Rebrov (que no me gusta nada). Después en verano con más tiempo me esperaría a que llegarán ofertas buenas por Bocchetti y Tasci y compraría a dos centrales de garantías (Maksimovic)
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, para pelear por la RPL hace falta un delantero que asegure goles, como el Rondón, Dzyuba, Doumbia... Quincy sólo no se puede encargar de todo. En cuanto a Rebrov a mí personalmente me parece cumplidor, pero Mitryushkin debería ir entrando en liga poco a poco hasta ganarse el sitio, él es el futuro del Spartak. Un saludo y gracias por leer!!
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