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sábado, 21 de noviembre de 2015

¡Que vuelva el espíritu de los 90'!

Este domingo el Spartak de Moscow recibirá al FC Krasnodar en el que será el primer partido de la segunda vuelta del campeonato regular, y tras quince jornadas y casi cinco meses, es el momento de analizar, de hacer un "DAFO" aplicado al fútbol, pero sobre todo, de hablar claro.




Cuando Murat Yakin fue cesado, un nuevo mundo de oportunidades y esperanzas se abrían entorno al club históricamente más grande en Rusia (que no actualmente).
La intención estaba clara, para levantar a los "Krasmo-belie" hacía falta alguien de la casa, alguien que conociera los valores y lo que significa portar la elástica rojiblanca, pero sobre todo, alguien que hubiera vivido en una época más gloriosa.

El elegido fue Dmitry Alenichev. Joven, inexperto (con grandes clubes), poco mediático... Incluso algo tímido para lo que se necesita en un vestuario complicado. Qué tenía Dmitry que no tuvieran Laudrup, Emery, Valeri Karpin, Gunko o Murat Yakin?

Alenichev no pertenece al top50 de entrenadores.

Que es muy querido por la afición por su etapa como jugador, que sea ruso, y que saliese barato, fueron otros factores que inclinaron la balanza a su favor, pero la razón más pesada fue su falta de currículo.
Si has tenido durante años a técnicos suficientemente reconocidos como para hacer pelear al equipo por el campeonato, pero ninguno lo ha conseguido, por probar algo nuevo no pasará nada. Eso fue justamente lo que pensó Leonid Fedún.

Dmitry Alenichev carecía de todo ese prestigio que sus predecesores sí tenían. En 2010 empezó su andadura como técnico al hacerse cargo de la selección U18 de Rusia. Tras dos años en las inferiores de su país le llegó la oportunidad de dirigir al Arsenal Tula, al cual llevó a la primera división rusa. Una temporada (la 14/15) duraron Alenichev y el Arsenal en la Russian Premier League, pero en ese tiempo demostró que pudo hacer de un equipo sin presupuesto y sin jugadores acordes al nivel de la categoría, un conjunto de guerreros que no se rindieron hasta que en la última jornada perecieron. 

Xane Silveira: "Si Unai tuviera la confianza que tuvo Murat, pelearíamos por títulos"
 


Falta de planificación para una plantilla en proceso de reconstrucción


Al Spartak de Moscow le faltó tiempo para prepararse de cara a la nueva temporada que arrancó a finales del mes de julio. Tras solo un mes de descanso veraniego, Alenichev tuvo que ponerse a trabajar con un equipo en el que habían demasiadas dudas. La baja de Artem Dzyuba afectó gravemente a las arcas del club, pues el ariete se fue gratis al Zenit de San Petesburgo ya que acababa contrato. A su baja se le sumaron, entre otras, las de Joao Carlos, Juan Manuel Insaurralde, Bilyaletdinov, Lucas Barrios, Tino Costa o Kim Källström. Lo positivo era que Roman Shirokov volvía tras su cesión en Krasnodar (Su disputa con Yakin provocó que en enero se tuviera que marchar cedido, lo mismo le pasó a Dzyuba o Bocchetti).
Otra de las cosas a destacar era el fichaje de Popov. El ex mediapunta del Kuban se confirmó como uno de los mejores mediapuntas de la liga, y su fichaje, a coste cero, fue muy ilusionante. Surgieron rumores, hubo filtraciones, pero al final muy pocos fichajes. Si no contamos las vueltas tras cesión de Kombarov y Zotov, además de las ya mencionadas anteriormente, tan solo habrían tres caras nuevas: Popov, Ze Luis y Granat. La contratación de Ze Luis, procedente del Benfica, creo una gran confusión ya que la afición pedía a un delantero de renombre, aunque el bueno de Ze ya se ha ganado al “respetado”.

En otras palabras, Alenichev tenía que reconstruir un equipo sin tiempo para hacerlo. Se intentó dar salida a varios jugadores, pero finalmente se decidió dar una oportunidad a la plantilla actual. Principalmente porque la norma del 6+5 limitó mucho el rastreo del mercado ya que los rojiblancos tienen un gran número de jugadores extranjeros en sus filas.
Cabe destacar que Jurado se marchó al Watford en agosto, y pese a ser titular, no llegó un substituto.

Artem Dzyuba, el hijo pródigo que se tuvo que marchar por la puerta de atrás

El bajo rendimiento y las largas colas en la enfermería han marcado el devenir de la temporada


Hasta el momento la temporada se ha caracterizado por la irregularidad tanto en el juego, como en los resultados. El Spartak ha protagonizado buenos y malos encuentros (normalmente la tendencia es jugar mal), pero por ahora los resultados no son todo lo malo que podrían ser. El equipo marcha sexto en la tabla, y aunque el objetivo es quedar en posiciones europeas, la campaña hasta el momento no se define como nefasta (a diferencia de otros años).
Sin embargo, el sabor de boca que se le queda a un servidor cuando ve jugar al Spartak es bastante agrio. El equipo ha demostrado ser capaz de jugar muy bien (como contra el CSKA o el Zenit), sin embargo lo habitual es ver a jugadores del nivel de Shirokov o Popov rendir muy por debajo de su nivel. Entristece ver que con la selección nacional Roman es uno de los mejores jugadores pese a su avanzada edad, y en el Spartak no se encuentra a gusto. Serdar Tasci, Yura Movsisyan, Aras Özbiliz o Salvatore Bocchetti son otros de los nombres que están dejando mucho que desear; incluso se habla de sus posibles salidas.

Además de los que juegan y no rinden, hay otra larga lista de jugadores que ni están, ni se les espera. Uno es Yura Movsisyan, mencionado anteriormente, y que desde que se lesionó de la rodilla en 2014 no ha vuelto a ser el mismo. Se le han dado cientos de oportunidades, pero sus destellos de calidad no compensan su bajo nivel ofrecido desde que llegó al Otkrytie.
Otro caso es el de Römulo. El centrocampista brasileño llegó como una de las grandes revelaciones de Europa, pero se quedo en un intento de Rafael Carioca, pero con menos partidos y un rendimiento mucho más bajo. Las continuas lesiones han lastrado su futuro futbolístico, porque cuando juega no es ni la sombra de lo que era cuando llegó.

Zhano Ananidze, la gran perla georgiana. También conocido como Jano, lleva desde 2012 llamando a la puerta con fuerza. Su cesión en el Rostov en 2014 presagió el surgimiento de un superclase. Sin embargo, el año pasado Murat Yakin apenas contó con él, haciéndole perder toda la confianza en su fútbol. El mediapunta puso sus esperanzas en Alenichev, sin embargo este año no ha jugado practicamente nada. Su paso por el campo es esporádico, e incluso verle en el banquillo se está empezando a tomar como una sorpresa.

Lejos quedan los tiempos de celebraciones "movsinianas"

Podría ser peor”

Cuando me pregunta por el Spartak, siempre respondo con un “podría ser peor”. A falta de medio mes para que termine la primera parte del campeonato y el equipo se sumerja en el parón invernal (inicios de diciembre – finales de febrero) la directiva del conjunto moscovita y Alenichev ya trabajan de cara a la revolución de enero. El objetivo es intentar ganar el máximo número de partidos y no descolgarse de las peleas por el cuarto puesto.
Dentro de los aspectos positivos de la temporada -sí, los hay- encontramos uno por encima del resto, el Spartak no es el único que va mal. Tanto Rubin Kazan o Dynamo de Moscow van bastante por debajo de los rojiblancos, El Zenit tampoco está teniendo una gran temporada, y el Krasnodar -rival en la próxima jornada- está resurgiendo de sus cenizas tras un pésimo arranque. La Russian Premier League está siendo caótica, hasta el punto de que el Krylia Sovetov, por ejemplo, le ha ganado al CSKA en la propia casa del líder. De esta irregularidad sale reforzado el Spartak, ya que sus aspiraciones no se ven del todo afectadas pese al momento de crisis deportiva que están viviendo.

Dentro de un mes estaremos hablando de los cambios en el elenco, pues todo apunta a que en el mercado invernal habrán bastantes bajas y altas. Algunos dependerán de las entradas, como son los casos de Makeev o Parshyvliuk. También Kirill Kombarov, que firmó un buen arranque, podría salir si llega un lateral derecho de garantías.
Otro de los cambios que se espera es en la zaga, pues el Spartak busca salida a Tasci y a Bocchetti, con la intención de traer a dos centrales que den una regularidad fija al equipo.

Las salidas de Özbiliz, Movsisyan o Römulo no deberían sorprender a nadie; aunque todo esto dependerá más de los acuerdos a los que se llegue con otros jugadores que del propio Spartak, pues para que haya entradas, primero tiene que haber dinero, y una gran operación salida.

2 comentarios:

  1. Gran artículo, para mi al Spartak le falta un delantero de nombre con gol y apostar por Davydov que no lo hace mal, un mediapunta que de él último pase y se asocie con Popov y Promes (Denis Praet me gusta mucho para el Spartak), un centrocampista defensivo que de orden y estabilidad al equipo tipo Pröpper, que además tiene buena salida con el balón) y apostar por el joven Mitry... hizo un europeo sub-19 MUY bueno y merece jugar, incluso creo que esta por encima de Rebrov (que no me gusta nada). Después en verano con más tiempo me esperaría a que llegarán ofertas buenas por Bocchetti y Tasci y compraría a dos centrales de garantías (Maksimovic)

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    1. Totalmente de acuerdo, para pelear por la RPL hace falta un delantero que asegure goles, como el Rondón, Dzyuba, Doumbia... Quincy sólo no se puede encargar de todo. En cuanto a Rebrov a mí personalmente me parece cumplidor, pero Mitryushkin debería ir entrando en liga poco a poco hasta ganarse el sitio, él es el futuro del Spartak. Un saludo y gracias por leer!!

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