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Foto vía: Tuttosport |
Ocho de agosto, las playas abarrotadas hasta la hora de la
sombra. Son las 21:15 y la calle está vacía. Demasiado vacía como para ser
verano. Algo pasa… algo que algunos deben empezar a comprender. Hay un bar
pequeño con una gran terraza, las sillas están vacías y bien colocadas, la
puerta, cerrada. Sin embargo, por una ventana se emana una fragancia: huele a
cerveza, pistachos y… y… es un olor familiar que no termino de identificar.
Creo que huele a fútbol europeo. Aunque hoy no es jueves, entonces, ¿qué pasa? ¡Ya
lo entiendo! Ese es el olor de la Supercopa de Europa, el colofón del viejo
continente a un año del mayor nivel futbolístico mundial.
El Manchester United está de vuelta en la mejor competición
del mundo. Quizás no a través de la vía más admirable, y es que parece que la
Europa League solo es un campeonato importante cuando lo gana el Sevilla o el
Oporto. Como si no superasen los 15 partidos correspondientes de los jueves.
Sí, los jueves, ese día que a nadie le apetece jugar, a nadie le apetece ver un
partido, y a nadie le apetece alinear a los buenos porque el fin de semana hay
otro compromiso probablemente más importante. Pero ahí estaba el United,
peleando contra viento, marea, fríos polares, Kurban Berdyev y las rotaciones.
Porque esto era como el barbeito en
historia, o como en castellano se le llama “barbecho” 11 juegan, cinco
descansan. Y tras todo ello, tocaba un último viaje exótico antes de regresar a
la élite futbolística, era el momento de jugar en Macedonia, ante el Real Madrid.
Sin Ferguson (negativo), pero sin Rafael (positivo). Que el tiempo pasa es algo
que no se puede evitar, a veces avanza rápido, y otras muy despacio. Con José
suele avanzar a velocidades aceleradas, de menos a más, como si al principio no
te acordases de cambiar de marcha. Así es José, un tipo que antepone todo al
resultado, pero que quiere agradar. Un tipo que se mal acostumbró a jugar los
jueves, pese a que le duela. Obviamente, también nos acostumbró a nosotros, los
hinchas que, tras una victoria lucimos orgullosos la bandera y, tras una
derrota, sacamos conclusiones precipitadas.
Hoy el Manchester United se enfrentó al Real Madrid en la
final de la Supercopa de Europa, algo que pocas personas desconocían, y aunque
es pronto para sacar conclusiones, hay algunas bastante evidentes:
1.- Tanto el 4-3-3 como el 3-5-2 llevan tiempo, son esquemas
ideales para la plantilla actual, y aunque es cierto que falta un organizador
(que no llegará nunca), un Pirlo entre tanta velocidad, empezamos a ver
pinceladas del nuevo proyecto de José, algo que debe pulirse en los primeros
meses para que, cuando llegue el momento, sea una máquina perfectamente
engrasada. Quizás hoy, todo esto estaba muy verde, y más con las bajas por
sanción de Phil Jones y Eric Bailly, centrales fiables.
2.- Todo sigue igual (de mal) que la pasada temporada. No se
sabe tener la pelota, y eso es una realidad (variable) palpable. Hay buenos
futbolistas, incapaces de hacer un fútbol de combinación que permita generar 20
disparos por partido. Tampoco se sabe presionar sin dejar tantos espacios en el
medio y a la espalda de la defensa. No por el momento.
3.- ¡Sorpresa! Todo esto se trabaja entre semana, y es que
como dije antes, todavía es pronto. Es cierto que un extremo puro sería bueno
para el proyecto, casi tanto como recuperar la mejor versión de Blind, Shaw y
Jones. Volver a hablar de ese mediocentro… mejor no, si total sabemos que no
llegará. Los recursos son los que son, y francamente, hay plantilla para MUCHO.
Pero existe un proceso, a veces lento, a veces veloz, para transformar a un
equipo acostumbrado a defenderse atrás y buscar los espacios al contragolpe,
buscar a dos tipos tan altos como Maroune Fellaini y Zlatan Ibrahimovic para
que planchasen con el pecho los envíos de Pogba y compañía.
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@SilveiraAbarca: "Nos faltó generar más peligro con el balón en los pies" Foto vía: twitter |
Xane Silveira Abarca: En frente teníamos al mejor equipo del mundo
José, toma nota y recuerda, estamos vuelta y tenemos tiempo
para trabajar con calma, para que explotes la cabeza de un equipo que está a tu
merced, de una hinchada que te apoyará hasta el último día de tu contrato. ¿Una
derrota? ¿Qué es una derrota frente al mejor equipo del mundo el ocho de agosto
si eso sirve para trabajar y pulir las ideas? Yo contestaré: nada. Y es que
señores, hemos vuelto, pero para mantenernos. Se acabó eso de jugar los jueves,
ahora hay que enfrentarse a los mejores equipos de Europa, conjuntos con una
enorme ambición, con futbolistas de la talla de Eden Hazard, Leo Messi, Paulo
Dybala, James Rodríguez o Neymar Jr. Estamos de vuelta en esta maravilla a la
que llamaron Champions League, demos tiempo para que el trabajo en Carrington dé
sus frutos, como en su día el de Sir Alex Ferguson lo dio. Tenemos el material,
tenemos el tiempo, solo nos falta la paciencia. Así que José, toma nota, que
estamos en la mejor competición de Europa.
Por Xane Silveira Abarca: @SilveiraAbarca On Twitter
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